CDMX | El secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández desembarcó en la mañana lunes en la conferencia matutina presidencial mientras Andrés Manuel López Obrador transita el Covid. El secretario de Gobernación llega a esa vidriera en pleno proceso de construcción de su candidatura presidencial y espera capitalizarla a pesar de que en los últimos meses el raiting de las conferencias comienza a menguar.
Adán Augusto recorre el camino inverso a Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum: su sendero hacia la disputa de la candidatura se centra en el círculo rojo: empresarios, jueces, gobernadores, sindicalistas y dueños de medios de comunicación. Mientras tanto, el canciller y la jefa de gobierno capitalino compiten por el músculo de movilización en sus respectivos eventos públicos.
En Bucareli, desde donde se organiza esta operación política, el pasado viernes contaban ya diez gobernadores de la 4T completamente alienados con el secretario de Gobernación. El de Nayarit, Miguel Ángel Navarro, cometió el deslíz de de declarar públicamente el pasado viernes que ya trabaja para la candidatura de Adán Augusto. Por eso hoy domingo corrió a la CDMX para sacarse una foto con Sheinbaum. Lógico: le falta medio mandato y su Estado se incinera por la violencia. No conviene desairar a nadie con chances de ser el próximo presidente.
Los acuerdos del ex gobernador de Tabasco se expanden a San Lázaro, donde ya le pidió a su aliada, la diputada Andrea Chávez, que se modere en sus dichos y actitudes para evitar conflictos internos. Por eso hace dos semanas Chávez está mucho menos estridente y ya desiste de su hábito de maltratar compañeros de bancada, como es el caso de Leonel Godoy. Como siempre, hay premio: tiene asegurada una nominación para el Senado el año que viene.
Estos ajustes son muy visibles en el emrpesariado. La semana pasada, tras un encuentro con Clara Brugada en el Club de Industriales en Polanco, el comentario que sobresalió fue que el secretario de Gobernacion tuvo dos gestos al poder económico en menos de un mes: el freno de la ley que instala el cabotaje aéreo para firmas extranjeras y la moderación de la ley minera. En ese ámbito mínimo Adán Augusto es asumido como un aliado porque consigue lo que casi nadie en el gabinete: torcer ciertas trayectorias que emanan de la visión presidencial.
Esta centralidad que será más evidente desde mañana lunes también deja tiempo para lecturas sobre la carrera interna. Los colaboradores de Adán Augusto creen que Ebrard ya se asume fuera de competencia y que antes que abandonar la 4T va a intentar algún acuerdo con Sheinbaum donde los roles de ambos todavía no son del todo claros. Algo que algunos articulistas cercanos al entorno del canciller ya comienzan a insinuar, como hoy domingo en El Universal.
El Plan B de Adán Augusto como pudiera ser continuar como secretario de Gobernación o ser coordinador de los senadores en el próximo sexenio cada vez suena menos entre sus allegados. El único destino atado a los votos es la presidencia. Sobre aviso no hay engaño.
