
REDACCIÓN
ORO NEGRO
Por segundo año consecutivo, el puerto de Tampico presentó una caída en el movimiento de carga general tanto en importación como exportación, reportó la Administración Portuaria Integral (API).
Al cierre del 2020 contabilizó 7.5 millones de toneladas, cifra inferior a los 7.7 millones de toneladas que obtuvo durante el 2019.
Lo anterior representa una disminución del 2.1 por ciento entre un año y otro, destaca la serie anual histórica que presenta la dependencia perteneciente a la Coordinación de Puertos y Marina Mercante de la SCT.
Cabe señalar que se queda corto al alcanzar la cifra máxima en 10 años, que fue de 8.1 millones de toneladas lograda en el 2018.
En el último año, donde repercutió mucho la emergencia de salud por el covid-19, en el reporte final se presentan diversos contrastes.
Si bien en algunos tipos de carga hubo aumentos, en otro hubo reducciones significativas.
Un ejemplo es en las exportaciones las cuales alcanzaron un récord en 10 años, a llegar a las 3.6 millones de toneladas. Con esto superan el registro del 2014 que quedó en 3.3 millones de toneladas.
También hubo un aumento significativo en los contenedores al obtener 15 mil 206 TEUs movilizados a través de las diversas terminales, marca histórica para el recinto portuario.
Se agrega la carga a granel mineral, pues el último año también se consiguió marca inédita, 1.4 millones de toneladas. Lo contrario sucedió en el arribo de embarcaciones, a contarse con apenas 724 durante todo el 2020, además cayó la carga de importación a 2.9 millones de toneladas, cuando antes superó las 4 millones de toneladas.
Otro registro negativo se dio en la carga granel agrícola, la cual también vino a menos al pasar de 150 mil toneladas a apenas 71 mil 276.
Pero lo más significativo se presentó en el petróleo y sus derivados, al presentarse 4.5 millones de toneladas, que significa un 3 por ciento menos del 2019.
Se agrega una reducción de buques a las terminales de Pemex, pues solamente atracaron 282 a diferencia de las 349 de 12 meses antes. En la crisis que atravieza tembien se agregan dos elementos; el crimen organizado y la pandemia
Cabe señalar que durante el último año hubo cambios en la Dirección General del puerto. Tras la instrucción del gobierno federal de poner al frente mandos de la Secretaría de Marina, dejó su cargo Horacio Nájera Franco para que lo ocupara Miguel Báez Barrera, todo esto en agosto pasado.
Antes de dejar el cargo, Nájera Franco entregó la concesión de los muelles 10 y 11 a través de la licitación API/TAMPICO/TUM/01/19, el 21 de mayo de 2020 para la modernización, equipamiento y operación de la Terminal de Usos Múltiples (TUM). Contrato que es una Cesión Parcial de Derechos y obligaciones, con vigencia de 23 años con posibilidad de prórroga hasta por 20 años al ex gerente de Protección de Infraestructura y Atención de Emergencias de la Conagua, Antonio Dávila Capiterucho y al constructor Saúl Vera Ochoa.

“Las cosas en el puerto empezaron a cambiar, y más cuando la Semar se hizo cargo de la seguridad y operatividad del puerto…”, rezaba la denuncia que hicieron llegaer al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los concesionarios fueron señalados de servir al Crimen Organizado para corromper, presionar o amenazar a de muerte a los mandos militares que tienen la supervisión y seguridad del Puerto de Tampico.
Ahora, quienes se dicen afectados por las ‘cuotas’ y ‘derecho de piso’ que se incrementaron a finales del año pasado con los nuevos concesionarios y nuevo Cártel operativo, indican que la “licitación pública API/TAMPICO/TUM-II/01/20, que consistente en la privatización a 22 años con posibilidad de una prórroga a 20 más de los muelles 5, 6, 7, 8 y 9 del Puerto de Tampico, específicamente para la modernización, equipamiento y operación de una Terminal de Usos Múltiples (TUM-II)”, fue ganado por Constructora VEASA, y los mismos asociados; es decir, el Crimen Organizado tiene 7 muelles controlados por Saúl Vera Ochoa.
