LEANDRO DE LA O
ORO NEGRO
El 2021 es un año desastroso para el campo tabasqueño, manifestó el dirigente estatal de la CNC, Carlos Hernández Reyes.
Señaló que se tiene todas condiciones para que este sector siga en crisis.
Y abundó que además de los efectos negativos provocados por la pandemia del COVID-19 y las dos inundaciones del pasado reciente, se le suma la falta de incentivos gubernamentales.
“Es una realidad que los programas institucionales no están favoreciendo al campo. Ha habido una disminución mucho muy importante de la parte gubernamental para el campo y esto indudablemente tiene un impacto muy importante de manera negativa para las actividades del sector agroalimentario”, apuntó.
Indicó que otras de las particulares que tiene el estado, sobre todo en en la parte de la sequía “porque tenemos periodo de estiaje muy prolongados”.
“Además, en la parte del sector salud también hay afectaciones en mucha gente del campo; podemos decir que no solamente es en la parte productiva sino también en la educación pública la afectada, también en educación, en la escuela del campo no todas tienen la facilidad al Internet para que los alumnos puedan tener sus clases, y eso también tiene un impacto en la familia en la educación de sushijos”, anotó.
Indicó que apesar de la problemática agroclimática y pandemica, además de ma presupuestal, los productores del campo tabasqueño han enfrentado estás vicisitudes con entereza “y por eso el campo no ha parado el campo sigue produciendo, pero obviamente sigue impactado”.
Y agregó: “… Muy impactado porque los incentivos gubernamentales que tenía el campo ya no los tiene, se los quitaron. No tiene los apoyos gubernamentales para acceder a maquinaria agrícola. Por ejemplo, incentivos tradicionales para fertilizantes e insumos para cultivos tradicionales tan importantes como es el maíz por el nivel de autoconsumo que se tienen Tabasco”.
