
En 2011, el senador priista por Sinaloa Heriberto Manuel Galindo Quiñones pretendió cobrar 127 millones de euros a Petróleos de Venezuela, a través de la célebre Banca Privada d’Andorra, por una asesoría, reveló El País
En 2011, el actual senador priista por Sinaloa Heriberto Manuel Galindo Quiñones pretendió cobrar 127 millones de euros a la empresa petrolera estatal venezolana Petróleos de Venezuela (PDVSA) a través de la célebre Banca Privada d’Andorra (BPA), la misma que abrió cuentas y sociedades de papel para otros altos mandos del PRI, reveló hoy el periódico español El País.
En un reportaje, el diario planteó que Galindo –en aquel entonces secretario adjunto a la presidencia del PRI, ocupada por Humberto Moreira– era socio de una firma uruguaya llamada Mindaris, que PDVSA contrató para una asesoría sobre un proyecto energético, por un costo final esperado de 127 millones de euros y un anticipo de 57.5 millones de euros.
Galindo, exdiputado federal, exembajador de México en Cuba y actual senador del PRI, se suma a la lista de clientes priistas de BPA que El País ha revelado en el pasado, entre los cuales destacan el actual gobernador mexiquense Alfredo del Mazo, la senadora Sylvana Beltrones –hija de Manlio Fabio Beltrones–, los exdiputados Óscar Lara Arechiga y Francisco Arroyo Vieyra, el exgobernador de Sinaloa Juan Millán Lizárraga, así como Juan Ramón Collado Mocelo, amigo y abogado de prominentes priistas como el expresidente Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con El País, BPA finalmente se negó en realizar la operación entre la firma uruguaya y Galindo, bajo el pretexto de que sus clientes no se presentaron ellos –Galindo era considerado ex Persona Políticamente Expuesta (PEP)– ni la documentación justificativa del negocio con la petrolera estatal venezolana, en la última etapa del gobierno bolivariano de Hugo Chávez.
De hecho, el banco andorrano mandó hacer una investigación sobre una fundación venezolana que fungiría como intermediario entre PDVSA y la firma uruguaya, la cual arrojó que dicha fundación podría ser “la pantalla de fuente de corrupción”, sobre todo porque en la administración de Chávez “abundan las comisiones externas, triangulaciones inexplicables, contratos de consultoría muy gravosos”.
El banco también descubrió que Galindo y su socio pretendían depositar 25 millones de euros en una cuenta abierta a nombre de una sociedad anónima de Panamá. Proceso