
Marielena Vega
ORO NEGRO
Pemex da patadas de ahogado. Desde este lunes comenzaron las gestiones de temas como la reforma del Banxico, del outsourcing, pero Pemex, al mando de Octavio Romero Oropeza, no parece estar dentro de los pendientes, pese a que es una bomba de tiempo para la economía mexicana.
Se hace todo por salvar a Pemex, pero el costo puede ser alto. Dado que las medidas actuales son paliativos.
Echémosle un vistazo a su producción. Las demandas de diesel y gasolina demuestran el declive en el que estamos. De acuerdo con datos de la propia paraestatal, para ser autosuficiente se necesitan aproximadamente 1.2 millones de barriles diarios.
Lo que vemos en la realidad, hasta octubre, es que Pemex produce 180,000 barriles, esto quiere decir que, en el mejor de los casos, produce 60,000 barriles de diesel, así que estamos en una producción de 250,000 barriles máximos cuando la demanda es de 1.2 millones.
Resulta que estamos muy lejos de ser autosuficientes. Si hablamos de Dos Bocas, va a producir 300,000 barriles de crudos, máximo 150,000 barriles de destilados. Al final de los 150,000 se puede ampliar a 400,000 barriles, todavía lejos de ser autosuficientes a través de Pemex. Numéricamente se ve imposible.
Hay alternativas, sí, pero no parecen estar en el radar de los pendientes. Lo primero es ampliar las refinerías al doble o construir seis refinerías nuevas. O aprovechar los precios internacionales en este momento, que son baratos.
De lo contrario, se seguirá produciendo desde Pemex combustóleo que no cumple con los estándares internacionales pero que debe ser consumido por la CFE, bajo la dirección de Jaime Francisco Hernández Martínez, ello implica un nivel de contaminación mayor al esperado, que deberá controlarse.
Hay que establecer tecnología en las cuatro refinerías, lo cual implica una inversión de 2,000 millones de dólares por refinería y dos años para su implementación, dinero y tiempo, que no se tienen.
¿Y las energías renovables? Están frenados los proyectos y parece que no hay fecha para destrabarlos, dado que ello dejaría a la luz el grave problema de Pemex. De ahí que se optó por paralizar las subastas y entrar en procesos judiciales.
¿Que hay proyectos? Sí, pero son de gobierno y no hay nada que detone la inversión real. Lo único que podría pensarse es el gasoducto que realizará IEnova para licuar gas y exportarlo a Asia, y dicen los que saben que no va a aportar nada, México sólo se encargará de hacer una zanja.
En fin, es un tema nada sencillo. La Comisión Reguladora de Energía, que encabeza Vicente Melchi García, y la Secretaría de Energía, bajo la tutela de Rocío Nahle García, deberán hacer un gran planteamiento de lo que se quiere y se necesita, porque los números después de dos años no han podido incrementarse como se pronosticaba. La meta de un millón de barriles diarios está muy lejos. Hoy andaremos, en el mejor de los casos, en 500,000 barriles. El Economista